Sabes cuáles son las flores de calabacín más buenas

Las flores de calabacín tienen género. Como tal, igual que en muchos ingredientes, hay que distinguir entre las más preciadas y las menos, igualmente buenas, claro está. Y más, si es un manjar muy preciado en las cocinas de los grandes chefs. Y no quieres ser menos, ¿verdad? Así que toma nota de las que debes comprar.

La recolección de las flores de calabacín es de principios de verano hasta la entrada del otoño. En la mayoría de mercados y tiendas al pormenor deben encargarse, debido a su fragilidad; se marchitan con mucha facilidad.

Las flores de calabacín tienen género: macho y hembra. Pero ¿cómo identificarlas?

Las dos claras diferencias físicas entre ambos géneros son:

  • Macho:
    • Un pistilo central con un estigma
    • El tallo de la flor es recto (como el de un tulipán, por poner un ejemplo)
    • Su copa está terminada en triángulo.
  • Hembra:
    • Está formada por distintos estigmas
    • Se aprecia la forma del calabacín en su pedúnculo
    • Tiene una base plana un poco redondeada.
A la izquierda de la imagen, flores hembra. A la derecha, flores de calabacín macho
A la izquierda flor hembra, a la derecha, macho

Pero casi siempre las identificarás por su tallo, porque las flores llegarán cerradas a tu cesta. Es normal. Por muy frescas que sean, se ocluyen dentro de las primeras 4 a 6 horas, después de su recolección. Eso sí, fíjate que no estén marchitas. Entonces, mejor no comprarlas.

Y las diferencias entre sexos también son notables en el paladar.

Un día hice la prueba, para comprobar los sabores entre ambos sexos.

Cociné las flores de calabacín exactamente de la misma manera:

  • Las lavé en agua abundante, pero sin presión (porque los pétalos son muy frágiles y se desgarran con mucha facilidad)
  • Extraje el pistilo de todas las flores (porque es amargo y duro)
  • Al vapor durante diez minutos para ablandar los mini calabacines
  • Pasadas por harina, huevo batido y pan rallado, respectivamente
  • Finalmente fritas en abundante aceite

Una vez en el plato, las caté. El resultado fue el siguiente:

  • Las macho: amargas al final del paladar. De carne áspera y dura.
  • Flores hembras: textura suave al masticar. Su carne se deshace en la boca y de gusto mucho más dulce. Muy parecido al calabacín tierno.

Contra gustos no hay nada escrito, pero agradecí que en el plato hubiera más féminas. Me gustan mucho más.

Así que, en función de tus gustos, sabrás cuáles comprar en el momento que quieras cocinarlas.