Siempre que podemos mi marido y yo vamos a Palamós a pasar unas horas o unos días. Somos gente de costumbres. En muchas ocasiones nos quedamos a comer o cenar y dormir, por lo que ya tenemos nuestros locales de referencia.
Tanto sea en verano o en invierno, apetece desplazarse en Palamós para pasar uno o varios días. Es una ciudad de la Costa Brava que nos encanta. A pesar de que sea, quizás, una ciudad de dimensiones medianas, es agradable. Su Platja Gran, su puerto pesquero, su lonja, sus calas, sus actividades deportivas o culturales… y como no, sus restaurantes. Palamós ofrece un sinfín de posibilidades. Según TripAdvisor, 144 locales se dedican a dar de comer. Desde pizzerías a restaurantes elegantes, pasando por sushi bars, tabernas…
Restaurante Vostra llar
A segunda línea de mar de Palamós se encuentra el Hostal Vostra Llar y en su jardín se ubica el restaurante del mismo nombre. Originariamente formaba parte de la misma familia del Hotel Trias. Su oferta es mucho más humilde, en cuanto a elaboraciones y producto se refiere. Cocina ampurdanesa de fonda. Consecuentemente más económica. Por lo que no esperes ni una langosta al champán, ni ostras. Con eso no quiero decir que no esté rica. Si vamos, es porque este local nos gusta.
Como te he comentado, el restaurante está dentro del patio cuidado del hostal. Por lo que la simple visita ya vale la pena. Está dividido en varias salas con grandes ventanales que dan al jardín.
En pleno verano, es un bullicio. No reservan mesa, por lo que tienes que hacer cola. En ocasiones hemos estado hasta una hora esperando. Pero tomando un aperitivo en el jardín, el tiempo pasa volando.
A pesar de esto, en el momento de sentarte a la mesa, el servicio es muy rápido. Van per feina, cuya traducción al español sería van al grano.
Si eres de arroces, los preparan para una persona. Si sois tres, podréis pedir tres arroces distintos. Además, si eres de buena vida, no tendrás problema. Las raciones son muy completas. No me atrevo a decir pantagruélicas, pero casi. Por eso cuando vamos pedimos máximo tres platos. O un entrante y un arroz. Y por la noche, con uno basta. Pero esto va a gustos.
Como te he dicho, es cocina de fonda marinera. Aquí disfruto con unos mejillones al vapor o unos filetes de anchoa rebozados con pan con tomate. No me he zampado el suquet de mero, pero espero hacerlo bien pronto.
En cuanto a bodega se refiere, son vinos locales. No esperes encontrarte ninguno con “pedigrí”. Ahora bien, ricos, están.
El precio medio con tres platos a la carta oscila los 25€.
Consejo final. Si vas en plena temporada, mejor preséntate sobre la una y así te evitas las largas colas. Si otra opción es a última hora antes del cierre de la cocina. Tienes que tener en cuenta es que solo abre 7 meses, con la llegada del buen tiempo.
NOTA: en tiempos de COVID-19 hacen reservas.
La Barberia
Descienden directamente de La Barberia de Sant Antoni de Calonge. Es un bar à vins al puro estilo del sur de Francia con un toque bohemio.
Ubicado en un pequeño local que da al puerto con una terraza también pequeña. Dispone de una docena, aproximadamente de mesas. Son altas con taburetes. Y la decoración muy de taberna marinera con toques bohemios. Regentado por jóvenes entuastas del buen beber y el buen comer. Porque a parte de los vinos, también tienes otras bebidas de proximidad.
Su oferta gastronómica se basa en platillos (o tapas) de pescado, moluscos y productos de proximidad de tierra adentro. Su carta no es muy extensa. Pero lo que realmente vale la pena, si te gustan los vinos, es su amplia oferta de caldos. Los hay para todos los gustos y precios (sin pasarse, claro). Si te dejas aconsejar te sorprenderán.
En cuanto a su cocina, no tiene demasiadas complicaciones ni parafarnalias. Cocción del producto con alguna salsa y poco más. No esperes un bar de alta gastronomía, porque no. Pero reconozco que los platos están, como se dice en el argot gastronómico, bien ejecutados. Para entendernos, que las cocciones tienen su punto justo y las combinaciones de ingredientes son armoniosas. Y combinan a la prefección con la bebida.
Este establecimiento es perfecto para tomar vinos o vermuts maridados con platillos para picar.
Si te gusta comer copiosamente necesitarás pedir todos los platos, porque no són muy grandes; es su filosofía.
Por lo general, abre todos los días por la tarde/noche y los fines de semana , también al mediodía. El momento perfecto para tomar un aperitivo. Eso sí, no puedes reservar mesa. Tienes que hacer cola. Por lo que te aconsejo que vayas a primera hora, que será mucho más fácil encontrar mesa.
Restaurante Maria Cadaqués
Este restaurante lo hemos incorporado no hace mucho en nuestra lista. Lo conocí a través de un seguidor, Jordi, que en una ocasión que estuve en Palamós me lo recomendó. Fuimos. Y nos encantó.
Es una taberna marinera situada en el casco antiguo con más de 80 años de historia. Discreta por fuera, agradable y confortable por dentro.
Su corta carta se basa en pescados y mariscos de los puertos y lonjas de la zona. Y digo corta, porque así es, pero no por ello menos sabrosa. Está riquísima. Producto muy fresco cocinado en su justa medida. Y ya.
Su filosofía es servir tapas y algún plato principal. Los aperitivos son medias raciones. Pero sus suquets, arroces o fideuá son muy completos. Por lo que cuando vamos, o pedimos 4/5 tapas o bien una para empezar y un arroz, a continuación. Su bodega se compone de caldos catalanes y de producción pequeña. He bebido vinos interesantes.
Si con algo me quedo es con sus gambas, que son pequeñas o medianas, a la plancha.
Precio medio: 40€ más bebidas. Puedes reservar. Pero mira sus días de apertura, porque fuera de temporada abre de miércoles hasta el domingo al mediodía.
Restaurante La terrassa dels pescadors de Palamós
Otra seguidora, esta vez la Mónica, me lo recomendó por Instagram. Es amiga de la pareja Sílvia (sala) y Albert, el cocinero, ambos alma mater del restaurante.
Te explicaré una anécdota. Una noche de verano, que estábamos en Palamós paseando, nos paramos frente al local. Había alguien en una moto al lado. Quería ver la carta, para valorar su visita. Uno de los platos eran alcachofas confitadas con algo, no recuerdo el qué. Le dije a mi marido que no entendía como es que lo ponían en el menú cuando ya había pasado la temporada. De golpe, oímos: “cuando es temporada me paso dos días en la cocina del restaurante para confitarlas. Hasta duermo aquí. Luego las congelo y las sirvo a medida que las piden”. Nos quedamos sorprendidos. Era Albert, el cocinero. Fue entonces que empezamos a hablar los tres sobre el restaurante, de lo que hacía, etc. Total que al día siguiente comimos allí. Y coincidió que conocí a Mònica, que también fue.
Es un restaurante elegante, moderno muy luminoso gracias a los ventanales con vistas de 360 grados.
Su carta está compuesta por platillos y platos principales. Ecléctica y muy personal. Como lo es el cocinero autodidacta. Tiene amigos en la lonja y cuando llega algún pescado para preparar al horno, le avisa. En la ocasión que estuvimos nos zampamos una brótola de roca al horno. Espectacular. Lo guardo en mi memoria como uno de los manjares más impresionantes que he comido nunca.
Dispone de menús y carta. El precio medio de la carta oscila los 50€. Se puede reservar.
El Vostra llar para el día a día. Maria Cadaqués y La terrassa para momentos especiales. Y La Barberia para momentos de picoteo distendido.
Mis recomendaciones es que el restaurante Vostra Llar es para comidas del día a día. En cambio el Maria Cadaqués y la Terrassa dels pescadors son para ocasiones más especiales. Y La Barbería para aquellos días que quieres comer ligero y volver a la playa en un santiamén. Al menos, para nosotros.
Hay muchos restaurantes de Palamós que quiero incorporar en la lista. Pero antes tengo que visitarlos.
La fàbrica de gel. Mi instinto me dice que comeré bien. Soy consciente que es más caro que el resto mencionado porque sus elaboraciones son más complejas. Y esto conlleva un trabajo adicional. Pero hasta que no lo pruebe no podré opinar de nada.
En mis tiempos mozos, el mítico de esta ciudad de la Costa Brava era La Gamba. Aun recuerdo lo que pedí cuando fui: unos erizos rellenos y unos pies de cerdo con cigalas. Mi hermana y yo disfrutamos a lo lindo. Sé que ha llovido mucho desde entonces. Con lo cual, hasta que no vuelva de nuevo, no podré valorarlo.
Finalmente fui al el restaurante El Blau. Comí unos sonsos de primera, pero el arroz no me convenció. Bueno, no nos lo acabamos. Siempre pueden tener algún día malo. Yo, también. Cierto que tendría que volver para compararlo. Pero por ahora no me apetece demasiado. Hay más oferta para volver (o no) a tener un fiasco.
También me han recomendado los restaurantes La Galera, l’Arcada y el Dvisi. Pero a día de hoy, nos quedan pendientes.
Evidentemente que la opinión de todos los restaurantes listados es personal. Quizás a ti no te convenzan o hay otros mucho mejores. Si es así, se aceptan sugerencias. Como las que he ido recopilando a lo largo del tiempo gracias a vuestras aportaciones.