Con sólo apretar un botón del lavaplatos para encenderlo, no basta. Hay que mantenerlo. Y bien, si quieres obtener buenos resultados.
He visto el lavavajillas en casa toda mi vida. Mi madre lo compró años antes que naciera. Lógico. Éramos muchos en casa. Y este electrodoméstico le sacó de mucho trabajo, evitando así, lavar los platos a mano.
Mi madre me enseñó cómo colocar los platos, cubiertos y vasos, además de cómo cuidarlo.
Y lo que me enseñó mi madre lo sigo haciendo hoy en día. Y aquí te lo explico.
Básicamente para que tu aliado en la cocina funcione bien hay que tener en cuenta:
- Limpieza de filtros y aspersores
- Colocar bien los cachivaches
- Tener abrillantador y sal suficiente
Limpieza
Que tu lavaplatos esté limpio es muy importante. Evitas riesgos de bacterias además de no ensuciar lo que limpias.
Por eso hay que tener en cuenta tres cosas:
Limpiar los platos de restos de comida. No hace falta que lo aclares, pero sí que quede sin partículas sólidas. De esta manera, evitas que éstas vayan de un lado a otro dentro de la máquina.
Además, fregar todos los restos incrustados o quemados de las fuentes o ollas de cocina. Lo que algunos anuncios aseguran, no es cierto. Lo que está incrustado, quedará incrustado. Te lo digo por experiencia. Por lo que te aconsejo que lo quites antes de lavarlo a máquina. Pasa un estropajo.
Lavar el filtro de la máquina a menudo. En casa lo hago semanalmente. En esta parte del electrodoméstico se acumulan pequeños restos de comida. Lo quitas y lo enjuagas en el grifo. Y limpio de nuevo. De esta manera evitarás que el desagüe se obstruya, el lavaplatos no funcione y tenga que venir el técnico a repararla.
Este filtro se encuentra en el desagüe. Para sacarlo, simplemente das media vuelta a la rosca y sale con facilidad.
Finalmente cada uno o dos meses usa algún producto de limpieza general del lavavajillas. Así, los rincones y aspersores quedarán como los chorros del oro. Sigue las instrucciones del fabricante. Pero no tiene ningún secreto. Usa que el que te apetezca. Funcionan igual los de las marcas comerciales como las blancas. Lo único con lo que no funciona son las juntas de goma. Por lo que tendrás que pasarles un paño.

Pon correctamente la vajilla en las cestas y las guías a tal efecto.
Es mejor hacer dos maquinadas a una mal hecha.
Con esto te digo que pon los platos en las guías, los cubiertos en el cesto y los vasos arriba en la muescas.
Para optimizar el lavado, te aconsejo que agrupes por tipos de platos. Es decir, no coloques un plato hondo detrás de uno plano. Los cuchillos en la cesta boca abajo. Te evitas pincharte. Las copas y vasos en la cesta de arriba, también agrupados por formas.
Evita que la vajilla y cristalería se toquen unos a otros. La cubertería también, pero es más complicado.
No pongas nada encima de las piezas. De esta forma lo que haya debajo no se va a limpiar bien.
Por último, y no menos importante. Evita situar enseres que toquen los aspersores. No rodarán y no limpiarán.
Haciéndolo como te digo, evitarás restos de suciedad en los cachivaches. Y los vasos no tendrán esos puntitos blancos que tanto odio.
Sal y abrillantador
La sal evita las manchas de cal en las superficies. El abrillantador, un secado más eficiente y un acabado brillante.
El lavaplatos puede funcionar sin estos dos productos. Pues sí. Seguirá funcionando, pero el resultado final será una vajilla opaca con manchas de cal y mojada.
En función del tipo de agua y el electrodoméstico el fabricante aconseja unas dosis determinadas. Sigue sus instrucciones para obtener buenos resultados finales.
La ventaja de los lavavajillas modernos es que ya disponen de un indicador de falta de abrillantador y sal. Con lo que no tendrás problema en solucionarlo. Cuando era pequeña no lo había. Por lo que mi madre era muy constante y cada semana llenaba los depósitos de ambos productos.
Hay pastillas de lavado que dicen que incorporan el abrillantador. No me gustan demasiado. Pero esto va a gustos. Si a ti te funciona, adelante. Te evitas comprar más productos.
Con estas tres premisas anteriores tu lavaplatos será muy eficiente.
Así te evitarás buscar en internet:
¿Porqué mi lavavajillas no seca bien? ¿Huele mal? ¿No lava bien? O ¿No desagua?
Aunque habrá motivos que serán meramente técnicos. Entonces, no te queda otra que avisar al servicio de posventa.
A la pregunta de cuándo abrir el lavavajillas una vez terminado, te diría que esperases hasta que estuviera frío. De este modo, el secado será mucho más eficaz. Aunque en casa, depende de los días lo abro una vez terminado porque tengo que hacer otro lavado.
Finalmente, para ser eficiente y no gastar más energía de la cuenta, enciende el lavaplatos cada vez que esté lleno. En casa, una vez al día porque somos dos. Cuando era pequeña, 3 veces al día, después de cada comida.