Cocinar puede ser más o menos agradable en función de tus prioridades. Si no te gusta pasar mucho tiempo en la cocina te voy a enseñar 4 trucos para que este tiempo sea más eficiente y sin más ingenio de cosas que acostumbras a tener en casa.
Como te puedes imaginar cada día cocino. Me gusta. Pero también me gustan los atajos para hacerlo más eficiente: que no se te pegue el pesado en la plancha, que se te ensucie el horno lo menos posible. Odio limpiarlo. Y como éstas, muchas más. Estos trucos los voy aplicando a medida que los voy probando y verificando la utilidad.
Empiezo.
Fijar las conchas en la bandeja del horno
¿Cuántas veces has hecho mejillones o vieiras al horno, las colocas con cuidado, las decoras y cuando las metes al horno… se inclinan y se desparrama todo el aliño? Y cuando lo sirves, tienes que buscarlo en el fondo. Y todo lo bonito que lo habías dejado no se ve.
Solución:
Corta unos 8 cm de papel de aluminio.
Enróllalo holgadamente.
Transfórmalo en un aro.
Colócalos en el fondo de la bandeja y encima pon las piezas y las acabas de fijar. No se mueven para nada. Entonces, agregas el aliño o decoración que quieras y al horno. Van a salir perfectas.

Vaciar un tarro de legumbres
Las veces que he metido la cuchara en el bote para sacarlas y se parten todas.
Pues el truco es bien simple:
Cuando los guardes en la despensa los pones boca abajo.
Cuando vayas a usarlo, abre el tarro y lo pones en el microondas unos 40 segundos para que el líquido se caliente un poco y quede más líquido.
Entonces podrás vaciarlo con facilidad.
Cocinar pescado a la plancha y que no se pegue
Una cruda realidad es que cuando cocinas pescado en la plancha la mayoría de veces se pega porque:
- La plancha ya no es eficiente.
- No se ha dejado calentar lo suficiente.
- Se ha dado la vuelta antes de lo que necesita.
La primera razón es obvia porque lo ves a simple vista. Las otras dos, tienes que ser un poco cocinillas para encontrarle el truco. Y si esto no es tu prioridad, entonces:
Corta papel de horno a la medida de la plancha.
Lo colocas encima.
Pones el aceite.
Cuando esté caliente, cocinas el pescado.
Le das la vuelta cuando creas conveniente, aunque hay unos tempos. No se te va a pegar.
Lo vas a servir con una estética perfecta sin que parezca que haya habido una guerra entre tu plancha y el pescado.
Además, tendrás otra ventaja: podrás lavarla con mayor facilidad, porque no habrá restos pegados.

Evitar ensuciar en el horno
No sé tú, pero odio profundamente limpiar el horno. Y como decía mi madre, no es más limpio quien limpia sino quién menos ensucia.
Pues eso, te doy un consejo para evitarlo.
Hay platos como las alcachofas, el pollo, o cualquier cosa con aceite o grasa que cuando lo cocinas al horno salpica. Y esta grasa se quema y se pega en las bandejas y paredes. Y sabes las consecuencias…
Y como no me gusta, te doy la solución.
Cubre lo que vayas a cocinar en la fuente del horno con papel de aluminio o de horno. El que tengas en casa o el que te guste más.
Y ahora me dirás, ¡pero luego el plato no se dora! Hay un truquillo a esto. O lo dejas cocinar más tiempo, si te gusta hecho. Si no, los 5 minutos finales lo gratinas.